El cantante español Miguel Bosé presentó ante la Fiscalía General de la Justicia de la ciudad de México (FGJ-CDMX) una denuncia formal por el asalto que sufrió el pasado viernes en su casa ubicada en la capital mexicana, días después de que las autoridades del país abrieran una investigación tras la difusión de los medios de comunicación sobre el asalto.
La Fiscalía declaró que “con la información recibida” ha ordenado la intervención policial para entrevistar a otros posibles testigos y analizar las imágenes de las cámaras de videovigilancia.
En el comunicado se detalla que han dado ‘luz verde’ al personal experto en criminalística para recabar indicios en el domicilio donde ocurrieron los hechos.
Según Bosé, el hurto ocurrió la noche del pasado 18 de agosto, cuando varios individuos armados irrumpieron en su domicilio, quien consideró que fue un asalto “muy estudiado y milimetrado” aseverando que en ese momento sus hijos se encontraban en casa.
No obstante, la justicia mexicana, en el momento de la apertura de la investigación, invitó a Bosé a presentar una “denuncia formal” por lo ocurrido, ya que días después del incidente, FGJ-CDMX indicó que “ni la víctima ni su representante legal, ni la administración del conjunto residencial (…) se han presentado a la Fiscalía a denunciar el delito”. Hay muchas dudas en torno al caso, como que esa propiedad no es realmente suya.
Según el periodista Javier Caballero, la casa del Rancho San Francisco no es propiedad de Bosé, sino de la presentadora mexicana Inés Gómez, prófuga desde 2021 tras ser acusada de malversación de 146 millones de dólares y otros delitos, y su marido Víctor Álvarez.